Historia del café desde su origen
¿Quién inventó el café?
La historia del café se remonta al siglo XIII, aunque existen discrepancias en cuanto a su origen, empezando por su etimología. Algunos dicen que proviene de la palabra turca kahveh, que designa el fruto del cafeto. Otros la atribuyen a los devotos del islam que llamaron a esta bebida kaboueh (fuerza) para reducir el efecto psicológico de la prohibición de consumir bebidas alcohólicas. También se cree puede proceder de Kaffa, ciudad etíope en la que pudo cultivarse esta planta por primera vez. Por último, están aquellos que defienden el vocablo árabe kahwah, que significa estimulante.

En lo que sí parece haber unanimidad es en lo relativo a sus propiedades energizantes y en afirmar que, a partir de última etapa del siglo XX, su consumo empezó a extenderse de manera masiva en buena parte del mundo. Pocos son los que se resisten al aroma y al sabor de una taza de café.
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La leyenda del origen del café
Las plantas de café son originarias de la antigua Etiopía, en la actual República de Yemen. La más consistente y aceptada de las leyendas acerca del descubrimiento del café es la que hace referencia a un pastor yemení llamado Kaldi. Este hombre observó que su rebaño siempre se comportaba de una manera extraña brincando enérgicamente después de ingerir los frutos rojos de un arbusto hasta entonces desconocido. Extrañado por este hecho, el pastor tomó ramas y varios frutos de ese arbusto y se encaminó a un convento cercano para mostrárselos a un sacerdote. Éste decidió probar a hervir las bayas y beber la infusión resultante, pero el sabor le resultó demasiado amargo. Fue al deshacerse de los frutos lanzándolos al fuego, cuando observó que al tostarse desprendían un agradable aroma. Probó entonces a preparar una infusión con las bayas ya tostadas, descubriendo así lo que hoy conocemos como café.
La historia del café
Aunque el origen del café no está del todo claro, los historiadores sitúan las primeras plantas de café en las regiones montañosas de Etiopía, antes del siglo IX. A lo largo del siglo XV se extendió el cultivo del café a Yemen, situado al sur de la Península Arábiga. Se cree que las tribus africanas utilizaban el café desde la Antigüedad para distintos usos como alimentar a los animales o dar vitalidad a los guerreros.

Poco a poco el café fue popularizando en todo el territorio de influencia islámica. Moca era el puerto principal de la ruta marítima a la Meca, el lugar más concurrido del mundo en aquella época, pero los árabes tenían estrictas normas de no exportar granos fértiles de café para que no se pudiesen cultivar en ningún otro lugar. A pesar de las trabas, en 1616 los holandeses consiguieron llevarse algunos cafetos o granos fértiles a Holanda y cultivarlos allí en invernaderos.
El café llega a Asia
Los holandeses comenzaron a cultivar café en Malabar, una región histórica y geográfica al suroeste de la India. En 1699 lo exportaron a Batavia, en Java, actualmente Indonesia. Años después, la principal fuente de suministro de café en Europa eran las colonias holandesas. Hoy en día Indonesia es el cuarto exportador de café del mundo.
El café llega a Europa
El origen del café en Europa data del siglo XVI. El botánico alemán Leonhard Rauwolf describió por primera vez el café en un libro publicado en 1583, al igual que hicieron después otros exploradores europeos, generando cierto interés entre la población por esta bebida. En 1615, los comerciantes venecianos fueron los primeros en transportar el café ya elaborado para ser consumido en Europa, así que Venecia fue la ciudad pionera en comercializar esta bebida en el viejo continente.

Aunque al principio el café fue despreciado por los sacerdotes católicos, al papa Clemente VIII le cautivaba y puso fin al conflicto bautizándola. En aquel momento, también habían aparecido en Europa las otras dos grandes bebidas calientes: el chocolate caliente, introducido por los españoles de las Américas a España en 1528, y el té, comercializado por primera vez en Europa en 1610.
El café llega a América
Alrededor de 1720 se comenzó a cultivar café por primera vez en el continente americano. Existen muchas teorías acerca de la llegada del café a América. Se cuenta que Gabriel Mathieu de Clieu, un oficial de la marina francesa que estaba de servicio en la Martinica viajó a París de permiso en 1720. Aunque no fue fácil, terminó adquiriendo un cafeto que llevó consigo en el viaje de vuelta por mar. A pesar de todas las aventuras y desventuras vividas abordo, el cafeto sobrevivió y Mathieu también. Finalmente, el buque llegó a la Martinica y el cafeto fue replantado, cercándolo con un seto de espinas y recibiendo los cuidados necesarios por parte de esclavos. El cafeto creció, se multiplicó y en 1726 se llevó a cabo la primera cosecha. Existen registros de que en 1777 había entre 18 y 19 millones de cafetos en la isla de Martinica.
Sin embargo, fueron los holandeses los primeros en propagar el cafeto en América Central y del Sur, donde en la actualidad es el principal cultivo con fines comerciales del continente. El café llegó primero a la colonia holandesa de Surinam en 1718 y después se crearon plantaciones de cafetales en la Guayana francesa y el primero de muchos en Brasil.

En 1730, los británicos fueron los encargados de llevar el café a Jamaica.
Países productores y consumidores
Actualmente, el café es una de las bebidas más populares y consumidas en todo el planeta. Según datos de Statista, uno de los principales portales de estadísticas:
El mayor productor de café a nivel mundial es Brasil, seguido de Vietnam, Colombia, Indonesia y Etiopía.

En cuanto a los países consumidores, en primera posición se sitúan los países nórdicos (Finlandia, Dinamarca y Noruega), seguidos de Brasil, Italia, Estados Unidos y España.

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